martes, 23 de septiembre de 2014

Figura Humana Del Invunche (Se relaciona con el caleuche)

Esta criatura es un ser humano deforme que tiene su cabeza doblada hacia atrás; además, tiene torcidos los brazos, dedos, nariz, boca y orejas. Anda en una sola pierna o en tres pies (una pierna y las manos), pues la otra pierna está pegada por detrás al cuello o a la nuca. El invunche no tiene la facultad de hablar, limitándose a emitir sonidos guturales, ásperos y desagradables.



Leyenda

Las leyendas cuentan que sería un ser que protege la entrada a la Cueva de los brujoso calcus. Las leyendas chilotas dicen que además el Invunche seria una especie de consultor de los brujos de Chiloe ya que, a pesar de no ser iniciado en brujeria, ha adquirido una infinidad de conocimientos durante su vida en la cueva. Además sería usado como un instrumento para sus venganzas o maleficios.
El Invunche saldría de la cueva contadas veces, cuando se cambia ésta, ha sido destruida, o descubierta; y en ocasiones cuando los brujos necesitan de él; para ello lo llevarían azotando hasta el lugar donde se van a cambiar o quieren causar el daño. Durante el camino iría dando gritos que aterran a los habitantes del lugar, y con ello les anunciaría alguna próxima desgracia; en otras ocasiones lo sacan los brujos para llevarlo a otro distrito, donde se celebraría Consejo de Brujos de dos o más jurisdicciones. El Invunche obtendría su alimento de los brujos, y sólo cuando la comida escaseara, los brujos le permitirían salir de la cueva que protege, para que busque alimento.
Si alguien desea penetrar a la cueva vigilada por el Invunche, se dice que primero debería hacer una reverencia al Invunche y posteriormente besarlo en su ano.

Creación del Invunche

Se dice que si los brujos quieren hacerse de un guardián para su cueva, tienen que raptar a un niño primogénito de alguna familia o en muchas ocasiones sería el mismo padre quien les vendería al niño, o lo daría a cambio de obtener favores por parte de los brujos de Chiloe; y a partir de un ritual transformarían al niño en un Invunche.
Para transformar al niño en Invunche, los brujos primero le quebrarían una pierna, y se la torcerían sobre la espalda. Luego le aplicarían en la espalda un ungüento mágico que haría crecer gruesos pelos. Por último le partirían la lengua en dos, para imitar la lengua de las serpientes. Después de este ritual, deben alimentar al nuevo Invunche de una manera especial; primeramente le darían leche de gata o leche de una nodriza indígena, luego cuando tiene dientes, le darían carne de "cabrito" (refiriéndose a carne de niño recién nacido), y cuando es más adulto le darían carne de "chivo" (refiriéndose a carne de persona adulta).

martes, 9 de septiembre de 2014

Imagenes de los Colaboradores del Caleuche

Brujos del caleuche transportados en un caballo marino caricatura

 Millalobo es el señor del mar


Brujos del caleuche cuadro



 Pincoya, es la hija del millalobo




La Tripulación del Caleuche

E
l nombre de “Caleuche”, es muy discutido en su origen; voy a inclinarme por la derivación caleutun=cambiar de condición y che=gente, posiblemente elegido, para referirse a los cambios de muertos a vivos, de afligidos a dichosos o a las muchas transformaciones que puede experimentar el barco, etc.La vida que aparentemente desaparece con la muerte, siempre retorna; a una inferior, con los despojos materiales a una vida mejor y superior, con los esfuerzos logrados por la mente y que la muerte no puede destruir.
El Caleuche es el buque fantasma que recorre los mares y aparece, con relativa frecuencia, en los canales chilotes. Navega tanto en la superficie, como en las profundidades; pero jamás lo hace a plena luz del día.
En las noches tranquilas, suele aparecer entre la niebla, mostrando las características de un gran buque velero. Profusa iluminación multicolor de brillo extraordinario, realza su presencia. A la distancia, es posible apreciar en su cubierta, bullanguera agitación y desde su interior vienen armoniosos acordes de flautas, cuernos, pitos y tambores y de muchos instrumentos desconocidos. Con la misma velocidad que hizo su aparición, desaparece borrado por la espesa niebla, que fluye abundante desde sus costados y que al desvanecerse, casi instantáneamente, no deja huella alguna de la impresionante visión.
Cuando es perseguido por curiosos, malintencionados, suele transformarse en una escurridiza foca o en un gran tronco de árbol, especialmente de ciprés, que navega entre dos aguas o que se recuesta en las tibias arenas de la playa.
La tripulación del Caleuche, está integrada por dos clases de navegantes: unos son los brujos, que llegan desde tierra montados sobre el lomo de un “Caballo Marino”. Los otros, son los náufragos, cuyos cadáveres trajo abordola Pincoya y que al instante mismo de poner pie en cubierta, retornan a la vida; pero ahora, a una vida nueva de felicidad eterna. Estos dichosos marineros, a pesar de pertenecer al más allá, obtienen permiso de sus jefes una vez al año, para hacer breves visitas a sus familiares, que lloran su muerte; llevándoles consuelo y aún ayuda económica. Aunque, en algunas ocasiones, sus visitas se ven frustradas y no vuelven a repetirlas jamás; esto suele ocurrir a los difuntos maridos, que regresan a calmar las angustias de las inconsolables viudas que dejaron tan solas; pero que se encuentran muy dichosas, en los brazos de otros hombres.
Cada cierto tiempo, la tripulación del Caleuche, sale a tierra a divertirse, en casa de gente amiga o de algún individuo, a quien se le ha impuesto la obligación de festejarlos, con sus propios recursos, como castigo, por haber cometido un acto calificado por ellos delictuoso. Es lo que le ocurrió a un tal José Huala, habitante de la localidad de Coñab, quien en una oportunidad, usó explosivos para pescar en el mar; por este hecho, debió festejar hasta el fin de sus días a los navegantes del Caleuche. Estos enormes gastos extraordinarios, ocasionaron al infortunado Huala, gran pobreza.
Una vez terminada la fiesta terrestre, siempre abundante en libaciones y comidas y antes del amanecer, regresan los alegres caluchanos, a su barco invisible y elevan anclas, produciendo sonoro ruido de cadenas, que siempre es oído por varios vecinos, quienes saben que provienen del “Buque de Arte”, que acostumbra a fondear, frente a la casa de Fulano y a esta amistad o enemistad, se debe la prosperidad o la miseria económica del vecino en cuestión.
El Caleuche tiene como misión muy especial, recorrer todos los mares y es natural, que no escape a los mandatos del Millalobo, dueño y señor de ellos. El objetivo de estos viajes, consiste en conocer el estado en que se encuentran los seres que en ellos habitan; marcar los animales de nueva generación y protegerlos en su desarrollo. Que esta inspección es severa, se refleja en el caso ocurrido a Pancho Calhuante, de la aldea de Matao: una noche, mientras se encontraba pescando en las cercanías de un roquerío, divisó a una loba que amamantaba a su pequeñuelo; se acercó sigiloso y con un remo, golpeó brutalmente a ambos, dando muerte al lobezco, que llevó a su casa para aprovechar el aceite. Frente a la puerta d esa casa y a cierta distancia en el mar, la loba lloraba la pérdida de su hijo. Al cuarto día de transcurridos los hechos anotados, tres hombres vestidos de marinos, que dijeron pertenecer a la dotación del Caleuche, se presentaron, de improviso, en la casa de Calhuante, para manifestarle que la muerte que ocasionó al lobezno, la pagaría con la muerte de su hijo mayor, el que efectivamente falleció a los pocos días.
Durante su recorrido por los mares, el Caleuche suele ayudar a las naves amigas a sortear las tempestades, conduciéndolas presuroso a puertos seguros, o remolcándolas a velocidades, que según los relatores, no admiten otra explicación.
Esta interesante y compleja leyenda, cuyo origen podemos tal vez encontrar en los fenómenos de espejismo, etc., se presta a múltiples interpretaciones y desde diversos ángulos. Voy a comentar brevemente, sólo aquello que se relaciona con los náufragos.
Las garantías de que gozan los náufragos recogidos por el Caleuche, podrían corresponder a ciertas formas de estímulo, para los hombres de mar, con el objeto que pierdan el temor innato a sus aguas profundas y traidoras.
La venida, desde el más allá, una vez al año de los que creíamos muertos y desaparecidos, trayendo consuelo y riquezas, podríamos relacionarla con los fenómenos de fecundación de animales y plantas y la recolección anual de sus frutos.
Todos los pueblos, tienen en sus creencias míticas, un lugar destinado a llegar, más allá de la muerte; probablemente como un gran consuelo al temor de desaparecer para siempre.
Es de imaginar que los pueblos marineros y entre ellos los chilotes, hayan deseado la cubierta de un barco, el sitio ideal, para perpetuar su vida más allá de la muerte. El cielo de los cristianos, el nirvana de los budistas, el algo sagrado de los egipcios, etc., tendrían, por tanto, su equivalente en el Caleuche.

martes, 2 de septiembre de 2014

¿el caleuche era un barco de contrabando?

Igualmente existe la creencia de que la tripulación del Caleuche hace pactos mágicos con ciertos comerciantes, asegurándoles prosperidad material a cambio de que guardando el secreto, les hagan ciertos favores o servicios; como sería el prestar sus casas para las fiestas del barco y otros fines ilegales u oscuros.
Cuando una persona en Chiloé acumlaba rápidamente fortuna, se rumoreaba entre sus vecinos que era porque mantenía relaciones con tripulantes del Caleuche o con los brujos. Estas historias se acrecentaron durante los días que siguieron al terremoto de 1960 porque algunas de esas casas no fueron tocadas por los incendios que arrasaron el puerto de Castro. En esa misma década, la época del Puerto Libre, se contaba que cerca de las casas de comerciantes prósperos del archipielago de Chiloe , en muchas noches se oían ruidos de cadenas como si un barco estuviera fondeando; se explicaba que era el Caleuche que estaba desembarcando furtivamente en la playa cuantiosas mercaderías o tesoros, aunque muchos no creían esta explicación sobrenatural y preferían buscar la causa en contrabandistas terrenales.
Esta historia tuvo tal difusión, que incluso hasta hoy en día se sospecha cuando un comerciante recientemente exitoso ha recibido poco tiempo antes la noticia del naufragio de una embarcación que llevaba a bordo a uno de sus familiares. La razón es que se dice que su familiar se halla a salvo y seguro a bordo del Caleuche y/o que se ha hecho un trato con los brujos.
Se dice que tantas riquezas se deben a que las personas que están a bordo del Caleuche, en los viajes que realizaría este mágico barco, serían llevadas a visitar ciudades fantásticas que se encuentran instaladas en el fondo del mar; y que además se les revelarían las ubicaciones de los grandes tesoros ocultos en el mar; y que su tripulación conoce el camino hasta la Ciudad de los Cesares. De esta forma los brujos les permitirían gozar de una pequeña porción de estos tesoros, y si está vivo también regresar a su hogar; pero con la amenazante condición de que tienen que hacer algún tipo de trato con ellos y que deben mantener esos secretos hasta la muerte. Si no se respeta el trato, se expondrían a ser severamente castigados.
Las historias cuentan que aquellas personas que tienen pacto con el barco fantasma suelen poseer ganado y botes de color negro para congraciarse con los brujos.-

El Caleuche


A diferencia de los cuentos, estos relatos, que se llaman leyendas, se desarrollan en lugares conocidos  y generalmente esconden un misterio, un sentido mágico o inexplicable que no ha sido revelado. 


Cuando viajas al sur de Chile y pasas la ciudad de Puerto Montt, llegas  a una isla que se llama Chiloé. Ya sabrás lo que es una isla ¿no? Pues esta es una isla grande rodeada de muchas islas pequeñas, a lo que se le llama archipiélago: el archipiélago de Chiloé.  Las personas que viven en estas islas deben trasladarse en bote de una isla a otra para hacer cosas como vender productos, comprar  alimentos, ir al médico, asistir al colegio, etc. El mar es un trayecto obligado en la vida de los chilotes. Así es que han surgido muchos relatos que tienen por escenario el paisaje marino. Uno de ellos, muy conocido, es el de El Caleuche,  viejo barco fantasma que navega por los mares y canales del sur;  jamás navega a la luz del día y en las noches oscuras se le puede ver levemente iluminado, envuelto en una densa neblina. Según las diferentes versiones de la leyenda, la nave sería tripulada por los brujos de Chiloé y sus sirvientes, por los que han muerto en el mar, por los aprisionados por el Caleuche o por gente que ha decidido voluntariamente pactar con los brujos a cambio de obtener riquezas. A bordo se escuchan risas y música festiva. Se dice que nunca habría que mirar al Caleuche porque los tripulantes castigan a quien lo mira, torciéndole la boca o la cabeza, o matándole por simple arte de brujería. Este buque navega cerca de la costa y cuando se apodera de una persona la lleva a visitar ciudades del fondo del mar mostrándole inmensos tesoros, invitándola a participar en ellos con la sola condición de no divulgar lo que ha visto, pero si este no cumpliera, los tripulantes del Caleuche lo matarían en la primera ocasión que volvieran a encontrarse con él. Ver este barco fantasma sería un mal augurio, por eso todos le temen.
No existe certeza acerca del origen preciso de esta leyenda. Una de las hipótesis es que sería una readaptación de la leyenda europea del Barco Fantasma también llamado El Holandés errante; o que estaría basada en la desaparición del barco holandés "El Calanche" o en las misteriosas desapariciones en el Estrecho de Magallanes de  algunas expediciones españolas. También podría estar relacionada con la llegada al Archipiélago de buques corsarios holandeses, entre ellos el capitaneado por Baltazar de Cordes, quién en el año 1600 capturaró la isla por un breve periodo. Hay otros que relacionan el origen de esta misteriosa leyenda con el fenómeno de los osnis (objetos sumergibles no identificados). Sea como sea, no deja de ser atemorizante pasear por el borde costero, mientras la niebla comienza a llenarlo todo y a lo lejos los barcos comienzan a encender sus luces y yo imagino que un par de brujos me miran ocultos desde la cubierta de un barco fantasma.

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